Según esto el aprendizaje no puede restringirse a la adquisición de "bases de datos". Los contenidos que se enseñan en los currículos de todos los niveles educativos
pueden agruparse en tres áreas básicas: conocimiento declarativo, procedimental
y actitudinal.
¿Pero cómo docentes universitarios como saber qué tipo de estrategia es la
más adecuada para lograr un aprendizaje significativo?
A continuación, desarrollaremos los 3 pilares del contenido curricular:
1. EL APRENDIZAJE DE CONTENIDOS DECLARATIVOS
El saber qué o conocimiento declarativo se
puede definir como aquella competencia referida al conocimiento de datos,
hechos, conceptos y principios, es un saber que se dice, que se declara o que
se conforma por medio del lenguaje.
Este conocimiento ha sido una de
las áreas de contenido más utilizadas dentro de todos los niveles educativos.
Existen dos tipos de conocimiento declarativo: el factual, que se logra por una
asimilación literal sin comprensión de la información, bajo una lógica reproductiva
o memorística y donde poco importan los conocimientos previos de los alumnos
relativos a la información que se va a aprender y el conceptual, que se logra
cuando ocurre una asimilación sobre el significado de la información nueva, se
comprende lo que se está aprendiendo, para lo cual es imprescindible el uso de
los conocimientos previos pertinentes que posee el alumno (Díaz Barriga, 2002).
Cuando el docente quiera promover el
aprendizaje de contenidos declarativos, es posible crear condiciones tratando
de fomentar una memorización significativa y vinculando la información factual
entre sí y con otro tipo de contenidos por medio de la práctica del recuerdo
literal o memorizando los datos o hechos a través de repasos, con una relectura
y otras actividades parecidas.
Para promover este tipo de
aprendizaje a nivel superior es necesario que los materiales se organicen y estructuren
correctamente, también es necesario hacer uso de los conocimientos previos de
los alumnos y hacer que éstos se impliquen cognitiva, motivacional y
efectivamente en el aprendizaje.
El docente debe planear
actividades donde los alumnos puedan explorar, comprender y analizar los
conceptos de forma significativa, ya sea mediante una estrategia expositiva o
por descubrimiento.
Como ya se ha mencionado es
importante la construcción del significado, o sea, tener la posibilidad de
agregar tu conocimiento previo, agregar lo que sabes a lo que estás
aprendiendo. Es relevante también que esto lo realice el alumno, que pueda
integrar el contenido, el cual debe ser organizado, reformulado y rehecho.
Ahora bien, enseñar a los alumnos como construir significado, incluye
proveerlos con una comprensión de la naturaleza e importancia del proceso de construir tu propio significado
mientras aprendes, esto se puede lograr mostrando la importancia de relacionar
lo que ya sabes con lo que estás tratando de comprender, algunas estrategias
utilizadas para este fin pueden ser:
- Táctica S. Q. A. (Lo que Sé,
lo que Quiero saber, y lo que Aprendí), anotando esto en una hoja, dividida en
las partes antes mencionadas.
- Una lectura como estrategia de
aprendizaje.
- Estrategia de resumir, o sea,
quitar la información que es trivial o redundante, buscar generalizaciones que
abarquen grandes bloques de información.
2. EL APRENDIZAJE DE CONTENIDOS PROCEDIMENTALES
El saber hacer o saber
procedimental es aquel conocimiento que se refiere a la ejecución de
procedimientos, estrategias, técnicas, habilidades, destrezas, métodos, etc.
Podríamos decir que a diferencia del saber qué, que es de tipo declarativo y
teórico, el saber procedimental es de tipo práctico, porque está basado en la
realización de varias acciones u operaciones.
Los procedimientos pueden ser
definidos como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la
consecución de una meta determinada.
El conocimiento procedimental es
un conjunto de habilidades y procesos, en donde el alumno debe relacionar lo
que está tratando de aprender con lo que ya sabe. Es de tipo practico, por que esta basado en la realización de varias acciones u operaciones; es un saber como hacer, se expresa a través de un verbo de acción que indica habilidades cognitivas y manuales.
Como docentes universitarios es bueno tomar en cuenta que podemos utilizar ejemplos como: elaboración de resúmenes, ensayos, gráficas estadísticas, el uso de algoritmos y operaciones matemáticas, la elaboración de marcos y redes conceptuales, participar en foros o debates, realización de mapas y redes conceptuales, mapas mentales, el uso correcto de algún instrumento como microscopio , un telescopio, un procesador de textos, etc.
3. CONTENIDOS ACTITUDINALES (VALORES Y ACTITUDES)
Un valor es una cualidad de los
objetos, situaciones o personas que los hacen valiosos y ante los cuales los
seres humanos no pueden permanecer indiferentes. Por esta razón la creencia
sobre el valor de un objeto es independiente de la posición de la persona. Los valores
son más estables y cuando se perciben nos conmueven emocionalmente. Su componente
principal es el afectivo, aunque también posee el cognitivo y el comporta mental.
Los valores se captan con “la óptica del corazón” (Max Scheler). Un valor es
aquella persona, situación, objeto, etc. que posee elementos de bien, de verdad
o de belleza (Latorre, M. y Seco, C. J. 2016).
Cualquier valor –responsabilidad,
respeto, solidaridad, tolerancia, etc. posee varios niveles de aplicación y de
interpretación: individual, social, ético o moral, religioso o trascendente.
Estos niveles son denominados meta-valores. Dependerá de la institución educativa
el que se apliquen o no dichos niveles, dependiendo de si es confesional o aconfesional.
Una actitud es una predisposición
estable para actuar con relación a un objeto o sector de la realidad. Podemos
definir las actitudes como tendencias o disposiciones adquiridas y
relativamente duraderas para evaluar de un modo determinado un objeto, persona,
suceso o situación y a actuar en consonancia con dicha evaluación (Coll, C., et
al. 1994, p. 133 y ss.):
Por lo tanto es una organización
duradera de procesos emocionales y cognitivos con respecto a algún aspecto de
la realidad del individuo. Es decir, es la forma en que una persona reacciona
habitualmente frente a una situación dada. Este algo puede ser una persona,
objeto material, situación, ideología, etc. La actitud viene a ser la
predisposición que se tiene para ser motivado en relación a una persona o un
objeto. Su componente principal es el afectivo. Un conjunto de actitudes
vividas e interiorizadas indican que un valor ha sido asumido por el sujeto en
mayor o menor grado.
Las actitudes son
predisposiciones estables que orientan y dirigen la vida y son representaciones
duraderas y estables aunque están sometidas a cambios muchas veces impredecibles.
La actitud, pues, es una conducta en potencia. Tanto los valores como las actitudes
surgen y se cambian por acumulación e integración de experiencias de grupos sociales
y surgen por información, conocimiento y experiencias. Las actitudes
interiorizadas producen el hábito. Aristóteles decía: “La virtud es el hábito
de obrar bien”.
Los elementos de los valores son los siguientes:
1. Afectivos: (Sentimientos y
preferencias, gran importancia)
- sentir favorable/desfavorable;
- dan consistencia a los valores;
- pueden dirigir una vida.
2. Cognitivos: (Conocimientos y
creencias, poco peso)
- Percepción, ideas, creencias.
- Suponen una representación mental.
- Implica saber algo.
3. Comportamentales: (Acciones
manifiestas y declaración de intenciones)
- Se desarrollan por conductas prácticas (hábitos).
- Las ideas y afectos dirigen la práctica y ayudan a superar
dificultades.
- Crean motivaciones básicas.